miércoles, 23 de diciembre de 2009
Minicuento de navidad.
sábado, 28 de noviembre de 2009
Dudas
viernes, 13 de noviembre de 2009
viernes, 23 de octubre de 2009
Olvido
lunes, 12 de octubre de 2009
lunes, 5 de octubre de 2009
El argumento de la pobreza
Conversaciones ociosas con algunos que esgrimen el argumento de la pobreza como legitimadora de sus actividades.
1. El vieneviene
Lo hago por necesidad, jovenazo.
Es que no hay chamba.
Cuando llega a salir algo es poca la paga y todo el día jalar para unos pesitos.
Antes en una fábrica.
Aquí en una mañana saco lo del día.
50 pa´l poli y lo demás pa'mí.
2. La vendedora de discos pirata (vagonera)
Con suerte a veces hasta 10 en un sólo vagón.
No yo no, ni siquiera sé como se usa una computadora.
A mí ya me los dan grabados.
Pues quién sabe.
No tengo estudios y en otros trabajos no saco lo que aquí.
Sí, pero nada más nos sacan de la estación.
Como no nos quitan nada al rato nos volvemos a meter.
Hay que comer ¿no?
3. El polícia de tránsito.
Contaminas... echas humo azul.
Es corralón.
No hay grúas... aunque contamines me tienes que seguir.
Así es, de todos modos se te cobra el arrastre.
¿Sabes qué? mejor espérate, vamos a hacer una cosa ¿cuánto traes?
¡¿20?! ¿No traes más... un relojito?
Chale...
Te perdono por esta vez... ya vete.
4. El extorsionador de microbús (exconvicto)
Me detuvieron por robo, estuve preso en el reclusorio oriente.
Pero ya no le hago a eso.
Es mejor pedir por las buenas que andar robando...
¿No trais 10 varitos carnalito?
5. El contador
Qué hace Hacienda por ti.
Nada, sólo te quita lo que no tienes.
Mira las calles ¿Nunca se te ha ponchado una llanta en un pinche bache?
Es más, dime ¿cuántas veces te han asaltado?
¿Ya ves? todo se lo clavan los de arriba, esos cabrones.
Mira, mejor tú te quedas con tu lana y a mi me pasas una lanita por ayudarte.
Porque yo no regalo el dinero, allá tú si lo quieres regalar.
6. El consumidor de piratería.
Todo es muy caro, con lo que gano no me alcanza.
No me importa que se vea fea, total, sólo veo una vez la película.
Porque es más bara que el cine y las originales.
Pero si esto nunca se va acabar... además es mejor que vendan eso a que anden asaltando en las calles.
Delitos los que cometen lo diputados.
Por ejemplo todo lo que cobran, eso sí es un robo.
Claro, también los videojuegos.
Es que un juego acá a la vuelta me sale en 100, si lo compro original en 500.
El gobierno tiene la culpa por no quitarlos.
Yo no, cómo se te ocurre... lo que pasa es que yo soy pobre.
7. El funciorio público.
Es un buen lema de campaña... "primero los pobres"
¿Cómo que primero para qué?
Me sorprende que alguien con tu preparación piense así.
Serán a los primeros que apoyaremos.
Con becas, estímulos, subsidios, apoyos...
No, no son dadivas ni clientelismo... es repartición de la riqueza.
¿Cómo que cuál? la de todos, la del país para quien más lo necesita.
Lo necesitan porque son pobres, no tienen las mismas ventajas que nosotros.
También porque la pobreza genera delincuencia.
¿Cómo que no necesariamente? claro que sí...
Es un buen lema de campaña. Ya verás vamos a ganar.
¿Cómo que no esté tan seguro? ya verás...
Aquellos se van a quedar con las ganas de repetir... pobres.
sábado, 3 de octubre de 2009
jueves, 1 de octubre de 2009
El engaño de los sentidos
Los sentidos humanos, ventanas engañosas con las que vemos el mundo, y nos vuelven frágiles.
Tu fragilidad y la mía, por donde vemos sin mirar y oímos sin escuchar.
¿Qué puedo decirte si todo me da vueltas?
Apenas y nos conocemos. Y de una forma tan extraña: hablándonos durante horas, viéndonos tan sólo un instante
Suficiente para haber volteado la mirada y sentirte como un bálsamo que me curó una herida, pues también tengo mi propia historia...
¿Fue real o lo imaginé?
Contigo mi vista se nubló y mis oídos se ensordecieron. Estuve ciego por ver cosas que no fueron, y sordo por escuchar voces que no me hablaron.
Me hiciste ver dos huellas sobre la arena. No una sobre la otra, sino a un lado. Diferentes, pero juntas.
Me hiciste escuchar el sonido de las olas y las gaviotas. Así, entremezcladas.
Pero ¿cómo mostrártelo? Si te veo y desapareces te busco y te escondes.
Te grito y no respondes.
Te hablo y no me contestas.
Te susurro y no me escuchas.
Estás sorda a mis palabras y ciega a mi luz. Ni me ves, ni me oyes ¿es así como decides ser para mí?
Dices que "el amor llega solo". Y me pregunto si podremos ayudarle a llegar. Hacer lo que podamos; no más, no menos.
Dices que buscar sanar para darte por completo una vez más Y me pregunto si al darte por completo podrás sanar.
Escuché que el amor es la renuncia de uno mismo para brindarse "sólo porque sí", me pregunto si ahí está la sanación.
¡Qué engañosos son los sentidos!
Te impidieron ver que yo no quiero competir para ganarte, pues no eres un trofeo. Tan sólo quise mostrarte lo que soy, que me permitieras haber visto lo que eres.
Abre tus oídos y escucha.
Te hablo con un afecto que puede convertirse en amor ¿Amor? Sí, sé que puedo amarte porque lo necesito, porque soy capaz. Y porque tú tienes un corazón.
Yo he dado un paso ¿y tú? Así, libremente, sin ataduras, ni engaños. En busca de un amor que ni tú, ni yo hemos conocido jamás.
¿Es tan dificil entenderlo? No te pido que cambies tus planes, sino que los compartas conmigo.
No te pido que cambies de lugar o seas otra persona para amarme, sino que lo hagas ahí, en donde estás y con lo que eres.
Sabes que no busqué tus placeres, sino tus cualidades. Abramos realmente los ojos y los oídos. Veamos y escuchemos lo que somos.
Llegué a soñar, no con "tu" amor, ni con "mi" amor, sino con "nuestro amor", uno que simplemente surgiera y nos uniera.
Y si acaso nos volviéramos a encontrar, ojalá sea con los sentidos despiertos y la voluntad dispuesta en nuestros corazones.
Y sólo entonces podremos ver y escuchar la VERDAD DEL AMOR.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
La pulga en la oreja*
En las grandes ciudades las personas son entes anónimos. Las prisas y la cantidad de gente en las magalópolis hacen que el otro sea poco más que un estorbo al paso. Sin embargo, de vez en cuando hay quienes salen de ése anonimato y se convierten en parte del paisaje urbano.
Una tarde, mientras conversaba con una amiga en la calle Gante se acercó un hombre, quien periódico mural portátil colgado al pecho y cargando un miniestante de libros nos pidió unos minutos para relatar su historia. Aceptamos. Se trataba de Carlos Flores Vargas, escritor y ganador del Premio Internacional de Cuento Max Aub 1988. Su historia inicia cuando envió sus textos a Jacobo Zabludowsky quien quedó impresionado por los cuentos, tanto que lo recomendó en editorial Diana. Así, firmó un contrato con la casa editora para la publicación de su obra. Nunca se publicó. Ante el contrato incumplido Vargas Flores anunció, en el marco de la feria del libro del pasaje Zócalo-Pino Suárez de 1988, una huelga de hambre y amagó con cortarse un brazo y comérselo "guisado a la mexicana" si no le solucionaban su problema. Casi se le cumple. Horas antes de vencer el plazo para la mutilación la editora cedió. Ganó y no ganó el pleito. Diana lo indemnizó, en otras palabras se quitó la pulga en la oreja, pero ante la grilla del escritor otras editoriales lo vetaron.
Eso fue hace poco más de veinte años. En estos días, promueve personalmente su obra com-ple-ta, completa en toda la extensión de la palabra; ya que él mismo es autor, diseñador, revisor de impresión, encuadernador y distribuidor de sus libros, todos editados por el sello Ediciones Patito. Cuenta con tres libros publicados, dos de ellos cuentos: Estela y la sangre (el libro amarillo), Cuentos de sexo (el rojo); y la obra de teatro Los puercos no sudan. Sus textos con un lenguaje claro y sencillo, dejando de fuera cualquier indicio de solemnidad, logran atrapar al lector del principio al fin de las historias. Ojalá fuera más re-conocido.
A Carlos Flores se le puede encontrar ocasionalmente en Coyoacán o más seguro en el Centro de la Ciudad; es cuestión de sentarse en alguna jardinera de la calle Gante, afuera del Palacio de Bellas Artes o hasta en la plancha del Zócalo capitalino y esperar, con suerte lo vean y cuente su caso de viva voz , que aunque parezca un cuento, es un caso verídico.
*Título del cuento que le valió el Premio Internacional de Cuento Max Aub en 1988.
martes, 15 de septiembre de 2009
Competencia eficiente
El primer día dijo: "¡Hágase el dinero!" y los otros seis días descansó.