miércoles, 23 de diciembre de 2009

Minicuento de navidad.

Es imposible conciliar el sueño en la madrugada del 25 de diciembre, me emociona tanto lo que me obsequiará Santa, siempre me deja lo que pido, sin falla. Unos ruidos espantan mi ligero sueño, escucho cascabeles y una risa inconfundible. Salgo sigiloso del cuarto, cuando paso junto a la alcoba de mamá escucho ruido, parece inquieta en su cama; en fin, quién puede dormir en esta noche tan especial. Bajo las escaleras, me dirigo al árbol y en cuentro nada, qué decepción, diablo de viejo panzón, no me cumplió nada, y yo que sólo pedí una cosa: un hermanito.

JAGG